El Barco

El Barco
Serie de A3

sábado, 12 de mayo de 2012

3x10 'Feliz Navidad'


Mario se ha levantado feliz. Después de su beso con Julia, está convencido de que va a terminar de cuajar la relación entre ellos, y más ahora que es Navidad. Pero Julia no está en casa, no parece que haya dormido allí.
Cuando Mario la llama, Julia le asegura que ha tenido que salir de Valleperdido para resolver unos asuntos, nada importante, pero él siente que le está mintiendo. Cree que Julia puede haberse agobiado por el giro que han tomado las cosas entre ellos. Comparte sus dudas con Martín, que simula preocuparse por su amigo. La realidad es que, sin Julia en el pueblo, la familia está desprotegido y Martín puede avanzar en su plan de separar a los Castillo.
Inocula millones de dudas en Mario sobre quién es realmente Julia, evidenciando lo extraña y reservada que es. Pero Mario, enamorado como está, no pone a Julia en duda en ningún momento, hasta que Michelle redondea el plan y le muestra la prueba definitiva; después de colarse en la casa de los Castillo, manipulando a Culebra, y de poner la habitación de Julia patas arriba, encuentra una carpeta cerrada con una contraseña numérica que resulta lo suficientemente inquietante para que, al encontrarla Mario, se despierte la duda. ¿Quién es realmente Julia, la chica de la que está enamorado? Cuando vuelve a casa, justo en el momento de encender el árbol de Navidad en familia, le exige una respuesta. Le pide que abra ese archivador delante de él. Julia se ve acorralada, no puede hacerlo. Pero Mario lo hará a la fuerza y con ello tomará una decisión radical, de consecuencias inesperadas para toda la familia.
Sandra descubre los protegidos.
Sandra, después de seguir toda la noche a Julia, ha llegado hasta la casa de los protegidos. Aunque al ver allí a Dani, el niño multiplicador, cree estar en una de las guaridas de Padre y, en consecuencia, que Julia está con los del elefante. Nada más lejos de la realidad, Julia ha ido hasta allí para intentar convencer a Dorita de que la deje ir a rescatar a Lucas, pero sabe que eso pondría la vida de su padre en peligro, y la suya propia. Sandra, ajena a la verdad, es descubierta por Dani. Tras una persecución frenética, Julia y Dorita tratan de hacerle entender que ellos no son la gente de Padre, sino la organización de los protegidos. Ellos han estado siempre vigilándola, cuidándola; fueron ellos los que hicieron que la familia acabara en Valleperdido, el lugar en el que deben continuar estando juntos. Aunque los motivos de por qué eso es tan importante no pueden dárselos, ni tampoco pueden decirle de quién les están protegiendo… Tampoco tiene Julia la cura para salvar a Sandra, tal y cómo ella espera al ser esta la hija de Humberto. Falta un ingrediente, una planta mágica que sólo crece en Valleperdido y que se extinguió hace años.
Sandra va a volver a casa más desesperanzada que nunca, pero aún le queda una sorpresa; Dani le confiesa que Lucas ha sido secuestrado por Madre. Sandra pone pies en polvorosa y llega hasta la guarida de los del elefante, dispuesta a rescatarle. Pero cuando le encuentra, Lucas no recuerda quién es Sandra… Es culpa de uno de los niños de Madre, que está borrándole la cabeza con su poder y amenaza con borrarle el resto del cuerpo si Sandra no se entrega. Justo cuando está a punto de doblegar frente a Madre, llega Julia, dispuesta a pelear y dar su vida por ellos e incluso la de su padre, al que se encuentra en la guarida de Madre. ¿Conseguirá Julia salvarles? ¿Y qué suerte correrá su padre, podrá sacarlo de las garras de los malos?
Michelle y Culebra se van juntos de Valleperdido
Michelle parece querer pasar todo el tiempo del mundo con Culebra. Aparentemente es parte del plan ordenado por Madre, aunque cómo se siente cada vez que le besa no estaba dentro de lo previsto. A Culebra también le está suponiendo algún problema su nueva relación. Mario no quiere que meta a la chica en casa, teme que pueda poner en peligro a sus hijos y a él mismo. Pero Michelle no está dispuesta a alejarse de su chico y menos ahora que es Navidad. En esas fechas murieron sus padres y lo único que quiere es irse muy lejos a olvidarse del frío y de la nieve. Sus ganas de huir se intensifican cuando Madre le recuerda cuál será el final para Culebra, cada vez más cercano. Por eso le manipula hasta que consigue convencerle para que se marchen de Valleperdido por unos días. Culebra no lo sabe, pero en realidad ella sólo quiere salvarle del destino fatal que le espera. Para él es una oportunidad de distanciarse de Sandra, por la que está sufriendo al haber asumido que nunca estarán juntos. ¿Qué decisión tomará Culebra? Puede que sea la decisión de su vida y no es nada fácil.
Los niños y la estrella de Navidad
Carlitos y Lucía están de lo más afectados por la marcha de Lucas. Además, sus hermanos mayores no parecen tener tiempo para estar con ellos en casa. Es Navidad y deberían estar todos juntos, pero los niños tienen la sensación de que están dejando de ser una familia.. Mario, para consolarles, les cuenta la historia de que cuando se enciende la estrella de Navidad de los árboles, los hados, unos duendes mágicos, hacen que se cumplan todos los deseos. Carlitos y Lucía tienen claro cuál quieren que sea su deseo: volver a estar todos unidos. Pero mientras decoran el árbol, y por culpa de Borja Ruano, se rompe la estrella de Navidad. Los niños, tras vivir una pequeña aventura colándose en el colegio, consiguen hacerse con una nueva estrella de Navidad con la que vuelven a casa. Cuando al fin encienden el árbol, ocurre algo mágico.
Chelito, la Ruano bastarda
Antonio y Rosa, después de todos los problemas, están pasando una buena época. Es Navidad, tiempo de perdonar, de hacer borrón y cuenta nueva. Y Rosa no puede resistirse a los encantos de su marido. Pero hay otro encanto que ninguno de la familia conocía: Chelito, la hija bastarda de Antonio que concibió durante su relación con Susana López y que se presenta en casa de los Ruano, dispuesta a pasar la Navidad con su padre. Antonio está convencido de que es todo un error que está dispuesto a solucionar, pero mientras tanto a Rosa le toca tener a Chelito en casa, que no para de comer polvorones y molestarla, recordándole que es el fruto de la infidelidad de su marido. Superada, termina por hacerle elegir a Antonio entre su pasado y su presente con ella. Mario hace recapacitar a Rosa, que termina por firmar la pipa de la paz con la niña y hace tábula rasa con Antonio. Y su marido, maravillado ante la estupenda mujer que tiene, decide tomarse al pie de la letra lo de volver a empezar y le pide algo a Rosa que no olvidará en su vida.

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